Adicto a las salas de juego  

Una de las adicciones que ha ido creciendo, casi de manera callada en los últimos años, es la ludopatía o adicción al juego. Y esto es debido al gran acceso que en la actualidad tiene gente de todas edades a las salas de juego: Internet. Prácticamente cualquiera puede volverse adicto a las salas de juego mediante apps para móvil y ordenador. Incluso se puede acceder en cualquier momento, tanto en apuestas deportivas como en juegos de azar… sin que la familia se dé cuenta. ¿Qué hacer ante esta situación?

Ludopatía y juego online

Tanto jóvenes como adolescentes pueden realizar apuestas y entrar a salas de juego en cualquier momento, con la confianza de que “apuestan poco”. Sin embargo, y como ocurre con otras adicciones, llega un momento en que la apuesta es cada vez mayor o más frecuente. La ansiedad por ganar más o por intentar recuperar lo perdido, comienza a incrementarse. Esto al grado de que el adicto al juego puede dejar de hacer otras actividades, desde ir a clases hasta la convivencia familiar o aislarse.

Y es que Internet ofrece varios salvoconductos, como el anonimato y el seguir jugando y apostando, a probar suerte en varias cosas y a ir perdiendo dinero sin que importe. Puede comenzar como algo inocente, por ejemplo, “adivinar” los resultados de un partido. Si al inicio gana la persona, querrá seguir jugando para ganar más. Pero en realidad el número de pérdidas supera a las ganancias… y tratarán de revertir su suerte.

Consecuencias de la adicción al juego

Quizá no parezca una adicción “peligrosa”, pero sí que puede serlo, sin importar si es al bingo, apuestas, loterías, ruleta, máquinas tragaperras. El adicto a las salas de juego más temprano que tarde querrá seguir jugando, incluso para recuperar lo perdido. Puede llegar al punto de no solo pedir prestado, sino hasta robar a gente cercana. La adicción llega cuando la persona ya no puede detenerse, y se convierte en una necesidad.

En este punto, requerirá de mayores cantidades de dinero para seguir jugando o apostando. Esta persona incluso puede haber tratado de detenerse o de controlar el juego, pero difícilmente lo logrará. Puede sentir ansiedad o irritabilidad cuando no juega o apuesta siempre que quiere. Su pensamiento está fijo en lo que apostará o las estrategias realizadas, y va a tratar de “recuperar” lo perdido como justificación a apostar reiteradamente. Por otra parte, es alguien que va a mentir sobre su adicción al juego, además de poner en riesgo sus relaciones familiares, escolares o laborales.

Soy adicto a las salas de juego, ¿Qué puedo hacer?

El reconocimiento a la adicción al juego es el primer gran paso a dar, uno de los más importantes. Y es que las adicciones, incluyendo esta, se van ganando con pequeñas victorias, pero deben de ser constantes. Si ya te diste cuenta que al apostar o jugar no obtienes “dinero fácil”, te has endeudado con gente cercana, has gastado tus ahorros, has solicitado microcréditos para deudas… Todo esto ocasiona problemas familiares, académicos, sociales, físicos, psicológicos, incluso llevarte al consumo de drogas.

No tienes por qué vivir enganchado a los juegos de azar o a las salas de juego. En No-A tenemos una solución para ti, un plan muy completo para ayudarte a superar tu adicción al juego. Somos un centro en adicciones en Valencia. Te ofrecemos una terapia integral, desde psicológica hasta individual, mindfulness, etc., así que no estás solo. Para más información, contáctanos mediante nuestra web.  

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