“La Marihuana es buena y hay que legalizarla”, “tranquila mamá que sólo es marihuana, todo el mundo la fuma”, “yo sólo fumo porros, no soy drogadicto” estas son algunas de las afirmaciones más comunes entre nuestros jóvenes.

Pero no sólo “flipan” con el porro nuestros jóvenes, las creencias de estos jóvenes son compartidas por un amplio núcleo de la sociedad.

Su módico precio, la facilidad para conseguirlo, una imagen amable pese a sus efectos nocivos y la permisividad social convierten al cannabis en una droga de consumo sencillo e iniciático.

Casi uno de cada cinco jóvenes de entre 15 y 34 años admite haber fumado porros durante el último año según el Plan nacional sobre Drogas.

El término marihuana es de origen mexicano. Utilizado en un principio para designar el tabaco barato (a veces mezclado con cannabis), se ha convertido en un vocablo general para referirse a las hojas del cannabis o al propio cannabis en muchos países.

El hachís, que antiguamente era un término general para llamar al cannabis en la cuenca del Mediterráneo oriental, se aplica hoy a la resina del cannabis.

Porro, peta, mai, canuto, fly, pedrolo, chusto, joint son algunos de los términos utilizados por nuestros jóvenes para designarlo.Y aunque creen que son inofensivos y no adictivos la realidad es bien distinta a lo que una gran parte de la población cree.

Las consecuencias del consumo de cannabis empiezan a ser devastadoras entre nuestros jóvenes.

Esta droga produce un efecto inmediato en la atención, la memoria y el rendimiento escolar.

Provoca cambios en el carácter, ansiedad, agresividad lo que deteriora gravemente la convivencia y el núcleo familiar.

El consumo habitual favorece la aparición de fenómenos psicóticos.

El consumo de marihuana favorece el inicio precoz de la esquizofrenia, que es la forma más grave de pérdida de contacto con la realidad. Los efectos dependen de las dosis, pero fumar es ya un factor de riesgo incluso en pequeñas cantidades.

También afecta a las embarazadas y a la calidad del esperma.

Al sistema respiratorio provocando irritación pulmonar, bronquitis, y aumenta el riesgo de cáncer de pulmón.

Además es consecuencia directa de una gran parte de las muertes por accidentes de tráfico.

El compromiso de NO-A Centro de Desintoxicación y Tratamiento de Adicciones de Valencia.

En NO-A Adicciones como centro de desintoxicacion hachis valencia somos conscientes del sufrimiento del adicto, de la persona que sufre un trastorno adictivo, ya sea a un tóxico (alcohol, cocaína, heroína, cannabis, marihuana, porros, benzodiacepinas, ….) o a una conducta (ludopatía, juego patológico, apuestas deportivas, nuevas tecnologías, internet, compras, sexo) y también del sufrimiento que provoca la adicción en la familia y entorno más cercano del enfermo. Por eso para los profesionales de NO-A no existen vacaciones, puentes ni festivos. Todos nuestros esfuerzos están orientados a ayudar al que lo necesita.