Qué es el chemsex

Cuando vivimos en una sociedad abierta, que por ende es un lugar turístico, las conductas de riesgo pueden estar presentes. Valencia, así como Barcelona y Madrid, no es la excepción. En nuestra ciudad el colectivo gay está muy presente, a la par de las drogas, así que en un momento dado, puede ser difícil negarse a participar en determinadas prácticas. Una de ellas es el chemsex, que cada vez se está convirtiendo en algo común y, por desgracia, una práctica arriesgada.

¿A qué se refiere el chemsex?  

El término es la unión de dos palabras inglesas, “chemicals” y “sex”, que vendría siendo el uso de estupefacientes para realizar una actividad sexual, principalmente gay o bisexual. No debe de confundirse con drogarse y tener relaciones. El chemsex es una actividad en donde las sesiones pueden durar horas -incluso días-, pueden ser altamente riesgosas o extremas. Los participantes varían, ya que puede hacerse de forma individual, en parejas, o con más individuos.

Puede realizarse mientras se visiona pornografía o teniendo interacción online con otros. En el chemsex se consume droga con una finalidad netamente sexual, y se le conoce también como sesión, colocón, fiesta, vicio o chill. Las sesiones pueden realizarse en viviendas, así como en lugares dirigidos al público gay (hoteles, clubes de sexo, cuartos oscuros, incluso al aire libre.

¿Realmente es riesgoso el chemsex? 

Aunque quienes lo practican pueden argumentar su propia libertad sexual, sí que puede convertirse el chemsex en una práctica altamente riesgosa. Desde el tipo de drogas involucradas, la manera o vía en que se suministran, hasta el tiempo en que dura una sesión, las enfermedades, etc. Y es que no solo se consume un tipo de droga, sino que pueden ser varias, como el éxtasis líquido, el mefe (mefedrona), poppers (nitrito de amilo/butilo), keta (ketamina), coca, etc.

Al estar bajo el influjo de una o varias drogas, es común que quienes están involucrados las ingieran, esnifen, fumen, incluso se las suministren vía rectal o intravenosa. La excitación, euforia y desinhibición provocan que los límites se borren y se incurra en prácticas riesgosas que incluso pueden ser extremas. Si la cosa “sale bien”, querrán repetir, convirtiéndose además en una adicción al chemsex.

Soy adicto al chemsex, ¿qué puedo hacer?

Como hemos mencionado, son varios los factores involucrados en la práctica del chemsex, pero hay otras: la adicción a la pornografía, la soledad, el sentirse vulnerable, necesidad de pertenencia, etc. El chemsex da una falsa sensación de seguridad y de confianza, por la excitación y desinhibición involucradas. Pero más temprano que tarde llegas demasiado lejos… y es necesario detenerse.

El chemsex puede ser también un escape a un gran dolor, a una falta de reconocimiento, a ser estigmatizado por pertenecer a la comunidad LGTBQ, al VIH. Además de realizar prácticas riesgosas o dolorosas o peligrosas apenas con consentimiento, el riesgo de contraer ITS, es elevado. Saber que tienes opciones y que puedes recibir ayuda, siempre ofrecerá un enorme alivio, ya que esta situación afecta tu vida social, familiar, laboral o de pareja.

En No-A te ofrecemos un tratamiento contra adicciones de todo tipo, incluyendo el chemsex. SIEMPRE hay una solución ante algo que seguramente te ha rebasado y no puedes dejar por más que lo intentes. Tenemos un método que realmente funciona, sin juzgarte, que realmente te ayudará a recuperarte. Somos un centro de desintoxicación con sede en Valencia: contáctanos mediante nuestra web y permítenos ayudarte.  

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